LA CALUMNIA DE HOY

Por César Augusto Guzmán Castañeda

Quisiera aprovechar este fin semana de Súper Bowl para iniciar la Calumnia de hoy con una frase del otrora corredor estrella de los Dallas Cowboys Tony Dorsett:

“Para tener éxito… Es necesario encontrar algo a lo que aferrarse, algo que te motive, algo que te inspire”.

Y utilizo esta frase porque cuando no tienes a que aferrarte todo puede cambiar en tu vida, tal como paso con un grande del deporte mexicano en los años 80´s y 90´s.

Me refiero al recién fallecido “arquero de la selva” Pablo Larios Iwasaki, quien defendiera la portería de su querido Zacatepec, del Cruz Azul y Puebla entre otros; y la referencia viene porque tras estar en la cima y pasar a su retiro profesional una serie de eventos desafortunados lo llevan a caer en desgracia.

Pierde a sus padres, a su hermana y finalmente a su joven hijo de 19 años y tales eventos lo llevan a sumirse en la depresión y a refugiarse en las drogas para poder evadir los hechos y olvidar lo que le hizo daño; durante años consumió cocaína y esto combinado con una bacteria terminó por desfigurar su rostro y obviamente al paso de los años a daños en su organismo que lo llevan a la muerte el día de ayer.

Así como él, muchos deportistas se han refugiado por diversas causas en las drogas o alguna forma de doping que les hiciera ser mejores mientras estaban activos o al final de sus carreras, en la mayoría de los casos con consecuencias funestas.

Así pues, este es un claro ejemplo mas de lo que las drogas generan al individuo y que los jóvenes actuales no toman en cuenta, ya sea porque están de moda o porque precisamente no tienen nada a que aferrarse para seguir adelante.

Nos quejamos los padres que los jóvenes no tienen valores, que la juventud está descarriada, que no hacen caso a nada ni a nadie, ¿pero de quién es culpa?... ¡Exacto! De nosotros mismos que no atendemos a los jóvenes y sus reales necesidades, no solo es dinero u objetos, es atención, es enseñarles a salir adelante, a tener algo por qué luchar, a motivarlos, a que salgan adelante.

¡La tarea no es fácil, pero si de verdad nos preocupan nuestros hijos, es lo menos que podemos hacer!

¿Usted qué opina?